martes, 16 de diciembre de 2008

BEING SPORT

Ese es el nombre internacional de mi nuevo gimnasio. Mi primera clase la tuve el viernes: La modalidad era Hi-Lo (por lo que deduje después de clase se trata de nivel alto -Hi- de aerobic -no me preguntéis que relación tiene con el Lo por que de momento no lo sé-). Y allí estaba la de Gelsa, en una clase con 25 taiwanesas, un taiwanes y el profesor. A pesar de ponerme en la última fila no pasaba inadvertida porque mi cabeza, además de ser la única rubia, sobresalía un palmo y medio por encima de la de todos mis compañeros.

Comienza la música y el profesor se lanza a dirigir la clase. Idioma: chino perfecto. Mientras todos bailábamos la cosa iba bien; pero cuando Lucas (que era su nombre occidental) decidía hacer un cambio de ritmo u orientación yo me echaba a temblar: Habrá dicho izquierda, derecha, giro con tirabuzón... Seguidamente se veía mi cabeza en el espejo moviéndose en sentido contrario a la de todos mis compañeros... Que desesperación. En un descanso una taiwanesa muy amable (Kem, mi primera amiga de ojitos rasgados) me dijo en inglés que de donde era, que no me desanimara, que se notaba que tenía ritmo pero que el Hi era mucho Hi: asentí, sin dar más explicaciones.

Por último llegaron los estiramientos: los asiáticos, por naturaleza, son como chicle, pero yo soy española y con elasticidad menos 10. Pues Lucas se empeñó en que era capaz de doblarme y, si insiste un poco más, tienen que llamar a Jorge para que venga a recoger una nueva versión de Elena en varios trozitos mucho más manejables.

No está mal para una hora eh.... Os prometo publicar una foto.

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